viernes, 18 de noviembre de 2011

Entrevista a Marita Troiano

Acta ganadores Scriptura 2011

Acta ganadores Scriptura

sábado, 11 de septiembre de 2010

Invitación al Homenaje de Rosa Cerna 2010

Homenaje que le rendira la Comisión de Escritoras del Pen International en Perú 2010

Rosa Cerna Guardia, escritora y poeta nació en Huaraz el 31 de julio de 1926. Es graduada en periodismo en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Dentro de su carrera literaria ha primado en nuestro país el conceptuarla como la escritora para niños más difundida y premiada por sus narraciones, sin embargo, debido a la calidad de su obra poética, se le sitúa como una de las escritoras más destacadas dentro de la llamada generación del 50, donde también su poesía ha sido acreedora de distinguidos premios.


Sus primeros poemarios son los siguientes:
Imágenes en el Agua (1957), Figuras del Tiempo (1958), El Mar y Las Montañas (1959); luego vienen Desde el Alba (1966), Mis Palabras al Viento (1968) y Escrito en Barranco (1987).
En el rubro de creación poética ha obtenido el Premio Internacional de Prosa Poética sobre la Encíclica de Pío Doce (1955) y el Segundo Premio de Poesía Nisei del Perú por su poemario Mis Palabras al Viento (1968), libro que ha merecido ser publicado por la Asamblea Nacional de Rectores en el año 2009 y el Otorgamiento de la Condecoración, Diploma y Medalla correspondiente, con que premia a distinguidos maestros, artistas y personalidades.


Dentro de su producción en prosa Rosa Cerna ha obtenido los siguientes premios:

  • Mención Honrosa de Teatro Escolar por su obra El Niño de los Ojos Azules (1963).

  • Primer Premio en el Concurso Internacional de Literatura Infantil IBBY de Chile, auspiciado por la Refinería de Azúcar de Viña del Mar (1968) por La Niña de las Trenzas Azules.

  • Su ya famoso libro Los Días de Carbón ha obtenido los siguientes premios entre 1966 y 1972: Segundo Premio Lazarillo en España. Mención Honrosa Premio Nacional Fomento a la Cultura José María Eguren y Premio Nacional Juan Volantin, otorgado por la Municipalidad de San Isidro.

  • El Hombre de Paja obtuvo el Segundo Premio Nacional Ricardo Palma (1972).

  • Una rosa blanca, el Premio César Barranquino (1989).

  • Abecedario, Segundo Premio Grabados Literarios, Barranco.

  • Una Flor de Cuentos obtiene el Premio Nacional Horacio (1993) y una Mención Honrosa a nivel mundial del Premio Internacional de Literatura José Martí (San José de Costa Rica, 1995).
    Además de los títulos premiados, Rosa Cerna Guardia tiene una producción mayor entre la que destacan los libros titulados Fablillas en el Pesebre, El Mundo de los Niños y sus Poemas y Tataramundo.

Distinciones y premios otorgados a Rosa Cerna

  • Laureles Magisteriales Ancashinos (1991).

  • Las Palmas Magisteriales en el Grado de Educador (1993).

  • Diploma de Honor de la Biblioteca Nacional del Perú (1997).

  • Diploma de Honor de la Municipalidad de Miraflores por su destacada labor en el campo de la Educación y de la Literatura Infantil (1998).

  • El Club Ancash le otorga una fuente de plata en la Cita Cumbre de Lumbreras Ancashinas (1998).

  • El Instituto del Libro y la Lectura /INTIL (1999), le otorga un Diploma de Honor al Mérito por su extraordinaria obra literaria para los niños del Perú y del Mundo.

  • CEDY PUTUR CHAVÍN: Reconocimiento a Rosa Cerna Guardia, personaje ilustre de Huaraz por destacar en el campo de la literatura.

  • En el año 2003 La Municipalidad de Barranco le otorgó una Placa de Bronce por su aporte a la cultura como escritora de cuentos para niños.

  • Ha recibido también la Bendición Papal de Juan Pablo Segundo, por su aporte a la Literatura Infantil y Juvenil (Vaticano 2004).

  • Premio Especial de la Cámara Peruana de Libro Carlos Oquendo de Amat.
    Premio Minerva otorgado por la Municipalidad de Lima Metropolitana en el Día Internacional de la Mujer el año 2005.

  • El Municipio de Magdalena del Mar le rindió un homenaje el 15 de abril del año 2009, ocasión en que le fue entregada la Medalla de Honor del Distrito y un Diploma por su dedicación literaria a la infancia y la juventud.

domingo, 14 de febrero de 2010

Gladys Cámere - Miembro de la Comisión del PEN


Narradora y feminista peruana nacida en Lima en 1948.
Luego de estudiar Humanidades en la Pontificia Universidad Católica, pasó a la antigua Escuela Nacional de Bibliotecarios donde se graduó de Bibliotecóloga. Asimismo hizo una Licenciatura en Bibliotecología y Ciencias de la Información en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Se reencontró con la narrativa a los treinta y cinco años. En los años noventa fueron publicados algunos de sus cuentos en revistas como La Tortuga, Kachkaniraqmi, Musa, Hipocampo de Oro y en la antología Memorias clandestinas. En 1998 publica su primer libro de relatos En primera persona. Y en abril de 2001, el segundo Tentar al diablo.
Actualmente corrige una novela, Folía, que espera publicar prontamente.
Desde el año 1986 hasta la fecha trabaja en CENDOC MUJER en Lima, donde ha desempeñado diversos cargos.

sábado, 24 de octubre de 2009


PRESENTACIÓN DE LA ANTOLOGÍA DE POESÍA ERÓTICA

INSTITUTO RAÚL PORRAS BARRENECHEA
LUNES 26 DE OCTUBRE 2009

La Comisión de Escritoras del PEN Internacional del Perú se complace en invitar a la presentación de la antología poética Al filo del gozo, obra compilada por Marisa y Socorro Trejo Sirvent. Dicho evento se realizará el lunes 26 de octubre a las 7:00 p.m. en el Instituto Raúl Porras Barrenechea (Colina 398, Miraflores). Comentarán el libro las escritoras Atala Matellini y Catalina Bustamante.

Los textos seleccionados forman parte de un corpus muy preciso que se formó a partir de una amplia convocatoria difundida por internet, gracias a una invitación realizada a escritoras de América y Europa. Con la publicación de Al filo del gozo se plasma el resultado de los cuatro años que tomó la ardua selección de los poemas, entre incluso autoras de gran prestigio internacional, destacando entre ellas la poeta peruana Marita Troiano.

Marisa Trejo Sirvent hizo estudios de Relaciones Internacionales (UNAM), donde también colaboró en la docencia e investigación. Licenciada en Lengua y Literatura Hispanoamericana. Ha publicado los siguientes poemarios: Rojo que mide el tiempo, Juegos de soledad, El país de los pájaros azules, Dos voces chiapanecas, La señal de la noche y Jardín del paraíso.

Socorro Trejo Sirvent es coordinadora de programas de promoción cultural y talleres de literatura infantil. Ha publicado poesía y narrativa breve en numerosas revistas nacionales e internacionales. Tiene en su haber los libros: Para decir mañana, Soles de agua y Antología personal.



Mayor información:
Instituto Raúl Porras Barrenechea

Calle Colina 398, Miraflores

Central Telefónica 619-7000 Anexo: 6102. Telefax: 445-6885.

E-mail: institutoraulporrasb@unmsm.edu.pe

MARISA TREJOS SIRVENT

Nació en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México. Poeta, es licenciada en lengua y literatura hispanoamericana de la universidad de Chiapas y maestra de ciencias de la educación. Dentro de la narrativa es autora de cuentos y ensayos, se dedica también al periodismo y a la investigación.

Es coautora con Socorro Trejo de la Antología Erótica Al filo del gozo.

Algunos de sus libros editados:

Rojo que Mide el tiempo
Juego de Soledad
La señal de la noche
Una introducción a Sor Juana Inés de la Cruz

Coordina el Proyecto de Investigación: Diccionario de Didáctica de Lenguas Extranjeras.

Premios
Premio Nacional de Cuento Universidad Nacional Autónoma de Chiapas
Premio Nacional de Poesía José Gorostiza
Premio Armando Duvalier

Su obra aparece en antologías de América y Europa.

ANTOLOGÍA DE POESÍA ERÓTICA AL FILO DEL GOZO

Autoras Marisa y Socorro Trejo Sirvent. Los textos han sido seleccionados a partir de una amplia convocatoria difundida por internet, de acuerdo a su propio valor sin poner acentuación en la trayectoria de las autoras. Pertenecen a las generaciones nacidas entre 1930 y 1970. Todas han enviado sus textos en lengua española.

He aquí una relación de las poetas más conocidas que participan en la Antología: Julieta Dobles, Odette Alonso, Gioconda Belli, Marita Troiano, Etnairis Rivera, María Antonieta Flores. Entre las mejicanas: Balderas, Clariond, Nava, Rivadeneyra, Zerón y las propias Trejo.

La selección ha sido cuidadosamente realizada durante cuatro años. Han intervenido diecisiete países de América y dos de Europa.

jueves, 23 de julio de 2009

Visítanos en la XIV Feria Internacional del Libro de Lima Estamos en el stand 129



Te invitamos al homenaje de Elvira Ordóñez en la FIL

PERMANEZCO EN EL MUNDO COMO TIERRA SIN PATRIA

Entrevista de Frank Otero a Elvira Ordóñez

Es el viernes 11 de febrero de 2005. Roxana, mi esposa, está sentada a la computadora, supuestamente atenta a mecanografiar las repuestas de Elvira. Sin embargo, la entrevista se sale de control porque mis preguntas son sólo el acicate para que ellas cotorreen de lo lindo. Nunca en mi vida había escuchado tantas veces juntas el nombre de Catita Recavarren, amiga entrañable tanto de Elvira como de Piedad de la Jara, tía de Roxana. A pesar de ser el "intruso" en esta conversación, finalmente logro que nuestra invitada me precise lo siguiente:

¿Qué es lo que más valoras en la vida?

Mi mundo creativo.

¿Por qué?

Porque en él vivo en una dimensión totalmente lejana a mi realidad transitoria. Ahí soy verdaderamente yo.

Yo no sé qué potencia templa mis latitudes / contamina mis venas / con su desborde de ansias que atormentada / innúmera, hartándome de estrellas / permanezco en el mundo como tierra sin patria.

Con el proceso creativo, ¿te gusta jugar a Dios aunque el puesto ya esté tomado?

No considero que juegue a Dios, aunque me siento todopoderosa cuando creo.

Soy multitud de vides / donde se embriaga el trueno / huerto de los volcanes de frutal llamarada / semilla enloquecida fecundando un espacio / donde el misterio llega como a su propia casa.

¿Consideras que Dios hace bien su trabajo?

Sí, porque Él es la plenitud del amor.

Destino universal / ¡Hosanna! / Todo es amor / la soledad, el grito, el desamparo / Amor es el latido y el cesar / Padre incomprendido / si en tu herida infinita hallásemos la inevitable senda / descubriríamos que Tú / no nos liberas porque es el hombre/ un Dios que se transforma desde su propia entraña/ El hombre / ¡Qué realidad tan honda! / ¡Qué océano de heroísmos desemboca en su sangre! / ¡Que estirpe de silencios estalla en sus congojas! / Y en su amor / ¡Tu Amor! / Porque lo concebiste en un éxtasis cósmico de gloria.

¿Eres más poeta o pintora?

La vivencia que tuve a través de la pintura fue, quizás, más gratificante que la que he experimentado a través de la literatura, pero también fue más corta. Pinté durante diez años y en dos de ellos logré penetrar en otra dimensión indescriptible. Mientras pintaba, las horas y los días se me pasaban volando y, gracias a esa experiencia, la vida empezó a parecerme demasiado corta. Cosa curiosa en mí, que no amo la vida.

Acosados por arco iris de amor y sufrimiento / aferrados a pinceles que ya son parte de nuestro tacto / maniatados de pequeñez pero soberbios / Tentando a Dios como Luzbeles / profanando matices / buscándole el rostro a la muerte... / Cuando saturadas de alas / la noche nos regale una idílica luna / cuando la juventud del campo nos ahogue de verdes y amarillos / tal vez hallemos sosiego / y reposen extenuadas nuestras manos / en un río de besos multicolores.

¿Qué es lo que más te cuestionas de la vida?

Su esencia paradójica.

La otra mitad del día está en la noche / la otra mitad del tiempo no transcurre / Tengo que odiar mi amor y amar mi odio / negar mi barro hasta que el polvo me refute / ser tan buena como Dios y tan mala como el Diablo / Pero maldito sea este todo mitad en que nos atan.

¿Crees en otras vidas?

Creo fervientemente en otras vidas cuando me encuentro inmersa en el proceso creativo y estoy cerca del arte. Por ejemplo, a través de la pintura siempre sentí que sólo me quedaba en el umbral de una verdad mucho más grande, a la que únicamente podía asomarme. También me sucede esto en períodos de mucha pasividad, en los que me pongo muy mística. Eso lo viví con mayor intensidad en cierta ocasión que tuve que permanecer en cama convaleciendo de una larga enfermedad.

Algún día, Señor, desatarás mis sienes / y mi preñez de estrellas / tendrá su cauce / de alas sobre los infinitos / en que tú me fundaste.

¿No temes a la muerte?

Al contrario. La he deseado toda mi vida. Estos versos los escribí a los 14 años y aún hoy puedo suscribirlos:

Quien pudiera emprender ese viaje / ese viaje de paz y armonía / y la vida que fue cual celaje / olvidarla como una mentira.

¡A los 14 años! ¡Increíble!

De niña, compraba una revista chilena llamada Peneca y, al comparar los versos que allí publicaban, pensaba que los míos eran mejores. Sin embargo, cuando les envié mis poemas, no me los aceptaron porque no me creyeron que fuese la autora.

¿Has tenido siempre ese sentido trágico de la vida?

Siempre.

¿En qué matriz de espinas a diario nos gestamos? / ¿En qué pantanos de terciopelo nos hundimos? / A veces el alma se coagula / y no circula por ella ni la angustia / el sol se nos detiene en la garganta/ como un ahogo incandescente / y vamos caminado por el cementerio de las estrellas vírgenes / como cirios errantes / como cruces que se fugaron de sus tumbas.

No puedo creer que siempre hayas deseado dejar de existir.

No en todo momento, naturalmente. Mi mundo creativo es lo que más le da sentido a mi vida; lo que más me sostiene.

Himno eterno que vibras en mi espíritu / con el ímpetu azul de la montaña / traspasas mi infinito / Desgarradora sed de tener alas / atormentada sangre que envidia la cascada / voz que no se conforma con ser grito / Ha llagado mis límites tu vastedad / visión desmesurada que asfixias mis sentidos / constelación de fuerzas que se me agota dentro / Mar de vida o de muerte / ¿En qué mundo anclaremos para sembrar nuestro común delirio?

¿Por qué dejaste de pintar?

Porque cierto día, retocando un cuadro, una voz interior me dijo "¡Hasta aquí, no más". Sin embargo, continué pintando por un tiempo, pero ese fuego interior desapareció desde aquél momento. Conservé la técnica, pero no la vivencia.

¿Quién es la persona más impresionante que hayas conocido?

Catalina Recavarren, como ya te habrás dado cuenta por la conversación previa que acabamos de tener con Roxana.

¿Por qué?

Porque Catita tenía una personalidad especialísima. Era un ser que irradiaba una fuerza vital tan grande que nadie escapaba de ella. Era una gran poeta y todos podíamos captar su pasión creadora. A su lado, como amiga, siempre tuve la sensación y el temor de que, cuando ella muriese, se llevaría consigo una parte de la vida misma.

Catalina es el molde de la mujer montaña / encendida de sueños, realizada en hazañas... Es la tierra que se hizo espíritu y palabra / y tierna, terca, abrupta eternamente canta... / Es un sol que en la tierra de incógnito camina / que a veces quema, incendia / pero muchas germina...

¿Eres poeta o poetisa?

Estoy muy asimilada a la palabra poeta; la prefiero.

¿Cuándo nació tu vida literaria?

Lo primero que escribí cuando era muy pequeña fue "Nunca voy a escribir porque escribo muy mal" y enseguida empecé a hacer poesía, después de leer Perlas Negras, de Amado Nervo. Él escribió poemas muy profundos, pero una simple estrofa de ese libro me hizo descubrir un mundo muy especial.

De pie / que sobre la roca que altanera cubre la mar / con sus espumas blondas / veo surgir la Luna / esa viajera tan pálida / tan triste de las sombra.

¿Cuál es el mensaje que quieres dejar con tu poesía?

Que debemos luchar a pesar de todos los inconvenientes que se presentan en la vida.

¿Cómo cargar al mundo / con mi montón de escombros? / Tengo fe en mi agonía/ y si bebo la púrpura de mis horas oscuras / es por la luz ultérrima / y aunque aplastada en sombra / muerda brea mi entraña / a gritos proclamaré la aurora / y no me vencerán ni aridez ni tiniebla / porque no puede ser una pesada broma la existencia / y si lo fuera / más allá de hojarascas arrasan mis designios / penarían mis manos tras su ancestro de garras y montañas / hasta arrancarle al tiempo de su aborto exabrupto / un nuevo transcurrir de luces obstinadas.

¿Cuál de tus poemas ha tenido más eco en tus recitales?

Tren Relámpago y acaba de ser grabado en un CD por la Cámara de Comercio de Lima, junto con poemas de Catalina Bustamante y Doris Moromisato.

TREN RELÁMPAGO

Estoy corriendo como tren de luces,
arranco espacios, alzo, rompo, parto;
estoy tronando, como luz ardiendo;
estoy trinando el trueno de mi canto.
Estoy cruzando sesgos, rampas, puentes;
blandiendo bríos de cuchillo y canto;
canto ululante, como sueño hirviente;
veloz espacio de chirrido y llanto.

Estoy volando por galaxias huestes,
estoy alzando polvareda de astros,
ardiendo en flores de perfumes fieros,
surtiendo a tajos sorpresivos cardos.

Estoy girando rieles, llanto, sangre;
velocidando chispas, frenos, saltos;
máquina tromba, fogonero trilla;
túneles, sombras, cuajos, muertes, partos.

Estoy surcando por mi estepa sombra,
estoy cuajando por mi instante raso;
meteoro marca, de mi marca instante,
final del aire en mi latido atajo.

Estoy fraguando con mi muerte vida,
metales rojos en mi cuerpo harapo;
estoy cantando en fogonero trilla
el grito instante de mi tren relámpago.

Elvira Ordóñez nació en Lima, el 19 de julio de 1934. Hija de Alfredo Ordóñez Lugo y Martha Lorenzi Robles. La menor de cuatro hermanos.

Realizó sus estudios básicos, primero en el colegio Antonio Raimondi y luego en el Villa Martha (Lima), del cual se graduó en 1952.

Intermitentemente, de 1952 a 1962, estudió ballet y baile español con Carmen Muñoz en la Asociación de Artistas Aficionados (AAA). Fue compañera de Lucy Telgue y Laura Shimasaki.

En 1956, publicó en Buenos Aires su primer poemario intitulado "Cuando las sombras hablan".

De 1956 a 1958, estudió pintura en Buenos Aires con el profesor Renard.

En 1958, ganó una mención especial de la Sociedad Literaria Vínculo de Buenos Aires, con el poema "Sólo está el hombre".

En 1960, se casó en Lima con José María Alvariño Herr. Ese mismo año, publicó el poemario "La palabra y su fuego" y representó al Perú en la Quinta Jornada Interamericana de Poesía, en Pirlápolis - Uruguay.

En 1961, nació su hijo José Carlos.

En 1963, publicó en Madrid el poemario “Oración blasfema".

En 1964, nació su hija Lorena.

De 1964 a 1983, estudió pintura en la Alianza Francesca y en el ICPNA, con Miguel Ángel Cuadros y Augusto Días Mori.

En 1971, publicó el poemario “Vivo en ti".

En 1973, publicó el poemario “Sea mi vida un rayo de tu amor".

De 1976 a 1981, fue cofundadora del grupo cultural “Arte y Tiempo", conjuntamente con Carmen Lastres, Lily Moral, Catalina Recavarren, Eduardo Barrios, Ricardo Morla y Romel Borda. Dirigió esa agrupación durante seis años realizando homenajes a poetas destacados y promocionando a nuevos valores. Colaboraron en las actuaciones llevadas a cabo en la ANEA y el INC miembros de la Academia Peruana de la Lengua, como Alberto Tauro del Pino, Augusto Tamayo Vargas y Manuel Pantigoso.

En 1977, publicó el poemario "Síntesis dinámica" (Editorial Juan Mejía Baca; carátula ilustrada por Miguel Ángel Cuadros). Se caracteriza por su síntesis y por un cambio de las funciones gramaticales en el lenguaje.

Enviudó en 1978.

En 1982, publicó el poemario "Habrácanto".

En 1999, publicó el poemario "Sinfonía de amor y contrapunto". Ese mismo año, se integró al círculo literario "Anillo de Moebius", conformado por Zelideth Chávez, Carmen Guisado, Rosa María Bedoya, Aquiles Pacheco, Carmen Luz Gorriti, Ana María Intilli, Catalina Bustamante y Christiane Vidal. La Biblioteca Nacional realizó una exposición bibliográfica de su obra, conjuntamente con la de diez poetas destacadas de la generación del cincuenta.

En el 2000, se integró al Consejo Nacional de Mujeres (Comisión de Cultura) y al Consejo Internacional de las Artes (INTER ART).

En el 2004, publicó el poemario “Y el caos murmuró”, en el cual expresa una particular concepción del génesis.

En el 2005, se incorporó a los foros virtuales Waiyuri (poesía),

El Señor de Palpa (narrativa) y MANOS (agenda cultural).

Resumen de poemarios publicados:

* Cuando las sombras hablen (Buenos Aires, 1956)

* Oración Blasfema (Madrid, 1963)

* Vivo en ti (Lima, 1971)

* Sea mi vida un rayo de tu amor (Lima, 1973)

* Síntesis dinámica (Lima, Editorial Juan Mejía Baca, 1977)

* Habrácanto (Lima, 1982)

* Sinfonía de amor y contrapunto (Lima, 1999)

* Y el caos murmuró (Lima, 2004)







sábado, 11 de julio de 2009

Entrevista a la ganadora del I Concurso Scriptura
Carmen Santibañez realizada por Marita Troiano

¿Qué significa la poesía en tu vida?

La poesía tiene un significado muy importante en mi vida, pues es una forma de dialogo, de comunicación, de mensaje, de dinámica para entender la vida, el mundo, las experiencias. La poesía ordena y armoniza el mundo interior y el mundo exterior, los comunica les da sentido y concordancia.

¿Cuándo empezaste a escribir? Y cuándo a escribir este poemario. Cuéntanos sobre tus inicios en la escritura. De tus obras inéditas.

Desde mi etapa escolar. Recuerdo que a los 13 años, en el colegio nos motivaban a escribir sociodramas y pequeñas obras de teatro. Sin embargo, mi compromiso como escritora data de 1999. Es en ese año que decido transitar por esta experiencia con la responsabilidad que esto implica. Este poemario tiene poemas del 2003 - 2005 y 2009, los cuales fueron revisados por última vez el 16 de marzo del 2009. Para mí son poemas nuevos porque cuando los preparé para el concurso traté de profundizar en cada uno de ellos el significado y la connotación de lo que significa la voz. La voz es el músculo del alma.

Tengo 11 obras entre poemarios, teatro, monólogos, inéditos.

La poesía no tiene parámetros, ni leyes que la rijan, sin embargo, ¿consideras que la poesía debe cumplir algún fin?

Cierto que la poesía es libre y tiene fin en sí misma, pero sin embargo cumple un servicio de anuncio y de denuncia, ordena y armoniza, requiere de identificación con la experiencia que vive el personaje poético. En la poesía no es suficiente tener un manejo estilístico. La poesía sensibiliza, filosofa, profundiza en la esencia del objeto poético y en el proceso de este dialogo, de esta comunicación no concluye con la escritura sino con el lector y otro y otro.

¿Cómo ves la salud de la escritura de las mujeres en el Perú de hoy?

Con muchas perspectivas. Creo que la mujer tiene la sensibilidad, la creatividad, la persistencia, la honestidad necesaria para vivir, ser y hacer poesía. Además el momento histórico lo reclama.

¿Participaste en el concurso con optimismo, pensando que podrías ganar el premio?

Con optimismo sí, pero no pensé precisamente que iba a ganar. Ganar no hace a alguien poeta o escritor, pero sí da confianza en que uno va por un buen camino.

¿Qué planes literarios tienes para un futuro cercano?

Seguir trabajando para que mi poesía tenga mejor expresión.

¿De qué manera ha influido la espiritualidad en tu voz poética?

Es una influencia trascendental, en cuanto mi poesía busca captar las experiencias del camino diario, en diálogo permanente con el Amor. Y Dios es Amor. El compromiso es el de amar a través de nuestra labor.

¿De qué manera combinas la poética, en general la escritura, con tu labor como abogada?

Es como estar en el mundo y no ser del mundo. En un poema que no está en este poemario digo: “¡Oh, Derecho! Máscara de un rostro/ que se busca sí mismo./ Crucificas mis horas,/ mis sentidos./ Eres artículo de agua/ que tercamente/ siembro/ en el desierto”.

SALUDOS DE RICARDO RAMÓN JARNE

DESDE BUENOS AIRES

Con añoranza desde la movida de Buenos Aires quiero estar presente, al menos de manera virtual, en esta noche de celebración de la literatura peruana. En particular de la poesía escrita por mujeres del Perú, que para mí fue otro de los felices descubrimientos durante mi preciosa estadía en vuestro fantástico país.

Mucho antes de pisar estas tierras conocía ya de la savia poética que corría por las venas de algunos vates peruanos universales como César Vallejo, también era conocido el coraje de las mujeres peruanas como Marielena Moyano, en España se la admiraba. Sin embargo, fue aquí en Perú que se me develan grandes poetas de las regiones y provincias del país y la fuerza renovadora de la poesía escrita por mujeres desde los años 60-70 y de su impacto en la vitalidad de los y las jóvenes poetas.

Por esta razón, cuando Marita Troiano me acerca su propuesta sobre el Concurso Scriptura de poesía escrita por mujeres, de inmediato el Centro Cultural de España se comprometió con ella.

Un jurado de lujo tuvo la difícil tarea de elegir una ganadora, sabemos que no fue fácil, por lo que sin estar contemplado inicialmente en las bases del concurso se decidió otorgar menciones honrosas.

La respuesta a la convocatoria fue formidable, nos llegó correspondencia de todo el Perú, más de 200 inéditas escritoras se presentaron y con el debido reconocimiento y agradecimiento a todas por su participación, le correspondió a una poeta crecida bajo la nevada del majestuoso Misti la suerte bien merecida de ser la ganadora del Primer Concurso. Así Carmen Valdivia Santibañez ve por primera vez publicada su obra y nos da a nosotros la oportunidad de deleitarnos con su lectura.

Felicitaciones Carmen, que tu poemario “VOCES” sea el inicio de una carrera descollante en las letras peruanas, mi agradecimiento al Jurado por su tiempo y profesionalidad, a las “chicas” de la Comisión de Escritoras del PEN Internacional, también excelentes poetas, narradoras y ensayistas, por su empeño en promocionar y sacar a luz a las poetas sin laureles de todo el Perú.

Gracias,

Ricardo Ramón Jarne

Director del Centro Cultural de España
de Buenos Aires

Discurso pronunciado por marita troiano
directora de la comisión de escritoras del pen del Perú
ceremonia de premiación I concurso de poesía de mujeres scriptura

Centro Cultural de España de Lima - 30 de junio de 2009

Buenas noches y muchas gracias por su asistencia.

Hemos venido soñando desde hace mucho, con esta noche de fiesta, una noche de celebración de la poesía escrita por las mujeres del Perú. Y es una feliz casualidad que esto ocurra casi a los 9 meses –el tiempo que tarda la mágica gestación de un ser humano–, desde aquella mañana de octubre cuando visitamos en su despacho al Dr. Ricardo Ramón, solicitando a su Dirección, que el CC de España acompañe a la Comisión de Escritoras del PEN Internacional del Perú, en la convocatoria y realización de este I Concurso de poesía para mujeres peruanas que no habían publicado sus obras con anterioridad, un certamen que lanzaríamos a nivel nacional y que en sus bases, planteaba un punto muy importante : no existía el discriminatorio criterio del límite de edad para las participantes.

Sobra decir que desde esa primera vez, Ricardo Ramón, Director del CC de España entonces, siempre identificado con el espíritu democrático que alienta este tipo de actividades, nos brindó de inmediato su generoso apoyo.

Y así, CC de España y Comisión de Escritoras empezamos a trabajar juntos en un proyecto que desde su concepción apuntaba a democratizar el arte creando nuevos espacios y promover la escritura entre las mujeres del Perú.

Al cabo de un corto tiempo, miles de volantes y afiches viajaron por todo el país. Nuestra Comisión, con fines de una mayor difusión del certamen, inauguró un blog y también un programa radial de 20 minutos de duración en radio Unión, los cuales mantenemos vigentes a la fecha y se llaman precisamente Scriptura.

Luego de algunas semanas, empezó a darse la masiva respuesta de las poetas, y el CC de España llegó a albergar 214 poemarios preñados de esperanza.

Han transcurrido nueve meses desde entonces, y debo decir esta noche, que las palabras no nos alcanzan para expresar nuestra alegría por el éxito de esta convocatoria, para agradecer el apoyo incondicional de quienes conforman el CC de España, y tampoco nos alcanzan las palabras para congratularnos todas y cada una de las integrantes de la Directiva de la Comisión de Escritoras por la labor cumplida.

Primero como integrantes de una institución cuya finalidad es promover y divulgar las obras escritas por las mujeres en nuestro país, y luego, como escritoras solidarias que sabemos partir lanzas para alcanzar una meta en favor de nuestras hermanas escritoras de todo el país, pues es sabido que muchas veces el esfuerzo individual no es suficiente para difundir nuestras obras, y tampoco debe dejarse esta legítima facultad en manos del azar. Por eso, al llegar a este neurálgico punto es donde debemos comprender y valorar la importancia del accionar de otras fuerzas que colaboran en impulsan y alentar la fuerza creadora, instituciones como el CC de España y la Comisión de Escritoras del PEN que han desplegado esfuerzos y cumplen a cabalidad con estos fines, como ha ocurrido esta vez con la realización del concurso Scriptura.

Un certamen que al estimular la escritura entre las mujeres peruanas, de alguna manera consigue cancelar distancias que median entre la obra literaria inédita y los lectores, que alienta sin prejuicios el surgimiento de nuevas voces creando espacios renovados y expresando como filosofía absoluta de su accionar, la democratización del arte.

Todo ello ilumina los resultados de hoy. Y aunque en un mundo de exacerbada individualidad, como el que nos toca vivir hoy, estos temas parezcan para algunos como algo quijotesco o acaso producto de la ingenuidad, debo decir al respecto que tal vez tengan razón, que quijotesco e ingenuidad son conceptos que aceptamos con orgullo para nuestra tarea solidaria y plena de altruismo, pues en lo esencial, ideales como éstos constituyen los pilares sobre los que reposa la verdadera razón del arte: Procurar la comunicación entre los seres humanos, y al mismo tiempo, todo proceso de búsqueda y exploración personal a través del arte, - y particularmente a través de la poesía-, se enriquece cuando favorece la comunicación entre nuestros semejantes.

Esto, para el desordenado mundo globalizado y globalizante de hoy, es sin duda una necesidad impostergable, tanto, como eliminar toda suerte de obstáculos y pautas que limiten el proceso creativo, que redunden en perjuicio de la mujer que escribe y publica al negar su acceso a espacios importantes de la literatura de las naciones, respondiendo a mandos de una absurda discriminación que data de muy atrás en el tiempo, y que con el paso de los siglos ya se hizo una especie de common sense, gracias a un examen poco riguroso de la historia, de la historia de la escritura en el mundo que ha llevado a internalizar la absurda idea que la mujer estuvo ausente de la historia y por ende de la escritura, actividad a la que los historiadores, compiladores y agentes de las grandes enciclopedias han presentado como una actividad a la cual la mujer era ajena, o de anecdótica participación; y siempre, como una constante, en las dudosas páginas de esta sesgada historia universal, las mujeres jamás aparecemos en calidad de protagonistas, y solo en algunas ocasiones, surgen nombres aislados de reinas, santas y por cierto, cortesanas.

Sin embargo, y aunque se sabe por la otra historia que se ha empezado escribir a partir de la década de los 70 y 80, rescatando la participación activa de las mujeres en todos los aspectos de la vida en sociedad, es que hoy sabemos que las voces de muchas mujeres se alzaron en un justo reclamo, que mantuvieron esta voz en alto persistiendo en la lucha hasta conseguir modificar significativamente aquel poderoso engranaje intelectual que nos denigraba y que venía sustentado por una prédica ideológica y religiosa, primero, con los mitos de Eva y Pandora, luego, filosóficamente por la misoginia de Platón, y biológicamente por las descabelladas teorías sobre el cuerpo y la naturaleza femenina de Aristóteles.

Pero hubo también algunas voces de hombres de preclara inteligencia que se elevaron en defensa de una justa consideración de las mujeres. Por ejemplo, el cartesiano François de la Barre, en el año 1673, afirmaba en sus escritos que el intelecto no tiene sexo, y con esa afirmación pretendía zanjar “empírica y científicamente” la vieja polémica sobre la educación y la igualdad de los sexos, surgida de la supuesta incapacidad adjudicada a las mujeres en temas del conocimiento.

Afortunadamente hace poco más de un siglo han empezado a cambiar el orden de las cosas y estoy convencida en que va a llegar el momento cuando las cadenas de la ortodoxia y otros lastres ideológicos se rompan para que desaparezca definitivamente el error y disfrutemos de un mundo más equitativo.

Escritoras peruanas que nos antecedieron como Mercedes Cabello de Carbonera, Teresa Gonzáles de Fanning y Magda Portal entre muchas otras, predicaron con el ejemplo a favor de una realidad distinta para la expresión artística, abogaron por la libertad de su escritura, y es gracias a estas esforzadas mujeres que no subordinaron su palabra a ningún compromiso salvo al de su propia creación, es que estamos las mujeres del siglo XX y XXI en otras y mejores condiciones, y particularmente las escritoras, aunque no estamos en el mejor de los mundos, respiramos aires de una mayor libertad, y estamos esta noche convocando, uniendo fuerzas por que se escuchen nuevas voces de las mujeres peruanas, animando en ellas la escritura, como una actividad que se nutre del intelecto y del corazón y que jamás nos ha sido ajena pues todos y todas sabemos que, la palabra escrita tiene una fuerza colosal, la palabra escrita por las mujeres será la que definitivamente cambie este mundo para mejor.

En este tono en sí mayor, y con clave de Sol, celebremos esta noche a una nueva poeta que surge en el parnaso literario del Perú con su libro VOCES.

Prolonguemos esta placentera situación en aromas de su poesía más allá de una cálida ceremonia de premiación, pues no debemos perder de vista una verdad: la creación, ese verter el alma constante, no se condiciona por definiciones, arbitrarias categorías ni premios literarios, sino y sobre todo, por la esencia que la define: la libre expresión de nuestra interioridad en aras de la comunicación entre los seres humanos

Por ello, no restemos méritos a las atribuciones que ofrece la comunicación y a su sentido más hondo, a través del cual podemos respirar del aliento mismo del ánima creadora, ni dejemos de reconocer que toda evolución va sellada por el empeño, por el sacrificio, por la autocrítica, por la perseverancia, y por el valor con el que sepamos defender nuestras obras, pero sobre todo, por esa luminosa actitud que nos hace solidarios con los demás.

Carmen Valdivia sabe bien que escribir poesía es una forma de vivir, una manera de entender la existencia más allá de lo exclusivamente pagano, material o tangible, y por ello en sus versos se siente aquella búsqueda de una plenitud subsistencial que se obtiene en la medida que nos hagamos consustanciales con ese otro, con esa otra a la cual devolvemos la realidad convertida en arte a través de la magia de las palabras, y cuando en versos, convertimos la resonancia de nuestras vidas en una experiencia común que vincula y unifica.

Y ocurre que muchas veces anhelamos la eternidad de las cosas, de las obras, sin saber que la verdadera eternidad de nuestros actos y de nuestra palabra se da cuando buscamos hacer el bien común, cuando al hurgar en los abismos del alma, a través de la poesía infundimos vida y otorgamos respuestas a los demás, cuando tenemos presente a la naturaleza y a la Divinidad que nos hace parte de ella, y finalmente, conseguimos la verdadera eternidad de nuestros actos y obras, al fundir nuestros sueños con el sueño del otro y nuestra voz obtiene una extraña fortaleza y una energía admirable.

Esta primera versión de nuestro concurso Scriptura es una positiva experiencia compartida con el Centro Cultural de España, en el afán de buscar más allá de los estándares y de las voces tradicionalmente vinculadas a la poesía, las voces de otras mujeres, quienes con su talento y élan creador, estamos seguras que seguirán sorprendiendo a un Jurado Calificador del más alto nivel como el que nos ha acompaña hoy, y que con esta masiva participación han sabido expresar el interés de las mujeres del Perú por hacer sentir voz.

Y aunque una sola obra es la ganadora por el solo hecho de haber participado en este certamen, considero que todas y cada una de las 214 participantes se han hecho acreedoras a un gran premio colectivo: hacerse sentir a través de la poesía. Acaso la forma más sublime y a la vez la más poderosa de dejarse oír en este mundo. Y quizás… en otros también.

Muchas gracias.

La ganadora, los jurados y la representante del CC de España con la Comisión de Escritoras del PEN de Perú

lunes, 22 de junio de 2009

Hemos regresado para quedarnos...

Estimados lectores:

Luego de un período de complejidades laborales en el que nuestro blog se quedó como congelado en el tiempo, hoy estamos de vuelta con un ímpetu mayor dispuestas a ofrecerles un blog cada día más dinámico, siempre actualizado y pleno de importante información acerca del mundo literario.

Damos inicio entonces a nuestra renovada etapa blogger, ofreciéndoles en primer término los tan esperados resultados del I Concurso de Poesía de Mujeres “Scriptura”.

Reciban nuestros afectuosos saludos,

La Comisión

I Concurso de Poesía de Mujeres SCRIPTURA






Veredicto del Jurado Calificador







El Jurado Calificador del I Concurso de Poesía de Mujeres Scriptura, conformado por el reconocido crítico literario Ricardo González Vigil y los destacados poetas Graciela Briceño, Tulio Mora y Elvira Ordóñez, otorgó por mayoría el Premio Scriptura al poemario VOCES, perteneciente a CARMEN MARÍA VALDIVIA SANTIBÁÑEZ, quien participó en este concurso con el seudónimo de Madre Tierra.

La ganadora, recibirá como premio $ 1000 dólares y 50 ejemplares de su obra, la cual será publicada por la editorial Carpe Diem inaugurando la serie “Nuevas Poetas”.

Carmen Valdivia Santibáñez nació en Lima. Sus estudios superiores los realizó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), graduándose de abogada. Ha proseguido los estudios de especialización en pedagogía religiosa en la Escuela Superior de Evangelización y Catequesis del Arzobispado de Lima, de Lengua y Comunicación en la UNMSM (Programa de Licenciatura en Educación), y un postgrado con Mención en Constitución y Derechos Humanos en la misma institución universitaria.

Su vida profesional se ha enriquecido con la experiencia obtenida como misionera en la Comunidad Misionera de Villa Regia (Parroquia de La Trinidad, Lima), durante los años 1985 y 1994. Es socia fundadora de varios grupos dedicados al arte y la cultura, socia de la Casa del Poeta Peruano y pertenece a la directiva del Centro de Escritoras de Arequipa (CEA).

Ha participado en múltiples encuentros de escritoras a nivel regional y nacional; tiene una vasta obra literaria que se mantiene inédita que comprende poesía, narrativa y dramaturgia. Desde 1994 radica en la ciudad de Arequipa donde ejerce como asesora jurídica y docente.

Asimismo, y considerando la gran calidad de los trabajos finalistas de esta primera edición del Concurso Scriptura, en la que participaron 214 mujeres peruanas residentes en Lima, provincias y el exterior; el Jurado Calificador consideró otorgar tres Menciones Honrosas. Los poemarios seleccionados fueron:

Mujeres Difíciles de Clarivel Valverde Cárdenas

M
A
de María Luisa Adrianzén Herrán

Para Vivir de Elena Pasapera Seminario

La entrega oficial del Premio del I Concurso de Poesía de Mujeres “Scriptura”, la presentación de la obra ganadora VOCES y la premiación a las ganadoras de tres Menciones Honrosas, se llevará a cabo el día martes 30 de junio del 2009, a las 7:30 pm, en el Auditorio del CC de España, mediante una ceremonia pública que contará con la presencia del Jurado Calificador, y de las representantes de las instituciones organizadoras de este certamen nacional de poesía, la escritora Marita Troiano, Directora de la Comisión de Escritoras del PEN del Perú, y Yolanda Prada, representando al Centro Cultural de España en Lima.

Les agradecemos anticipadamente su presencia en esta ceremonia de premiación en la que celebramos, no solo el éxito de nuestro certamen en su Primera Edición, sino, y principalmente, la valiosa poesía de las mujeres peruanas.

La entrada es libre, y compartiremos un vino de honor.

viernes, 19 de diciembre de 2008

CONVOCATORIA A PRIMER CONCURSO DE POESIA DE MUJERES "SCRIPTURA"



La Comisión de Escritoras del Pen Club del Perú, y el Centro Cultural de España, anuncian la convocatoria de su Primer Premio de Poesía para Mujeres "Scriptura", en el cual podrán participar mujeres de nacionalidad peruana (residentes en el país o el extranjero) a partir de los 18 años y sin límite de edad.
Sólo podrá presentarse con un sólo libro escrito en español, inédito y que no esté pendiente de resolución en otro concurso. El trabajo debe tener un mínimo de 300 versos y un máximo de 500. El tema, la rima y métrica son libres. El plazo de admisión del trabajo empezó el pasado 20 de diciembre y concluirá el 20 de marzo del 2009. Las obras se presentarán con seudónimo, adjuntando un sobre con los datos de la autora.
El premio será de MIL dólares, así como la publicacion del trabajo ganador por le editorial Carpe Diem. La recepción de las obras se hará en el Centro Cultural de España, Calle Natalio Sánchez 181. Jesús María, Lima. Vea las bases completas aquí

domingo, 14 de diciembre de 2008

DESGLOSANDO "ESE PUERTO EXISTE" DE BLANCA VARELA", POR LADY ROJAS BENAVENTE

Desglosando "Ese puerto existe" de Blanca Varela
Por Lady Rojas Benavente
Concordia University, Canadá


Blanca Varela

"Ese puerto existe", primer volumen de poesía de Blanca Varela, fue publicado en 1959. El libro se divide en seis partes: “El fuego y sus jardines”, que consta de diez poemas; “Puerto supe”, que incluye once poemas; “El capitán”, un poema largo; “Historias de Oriente”, poema compuesto de tres secciones; “Primer baile”, formado por ocho composiciones de prosa poética, y “Destiempo”, que tiene dos secciones –nueve poemas en la primera y tres poemas cortos sin título en la segunda–.
El fuego y sus jardines
La primera parte de "Ese puerto existe" toma su nombre del último verso de uno de los poemas que la componen, “El sueño” (29) y está formada por siete poemas –”La ciudad”, “El día”, “Los navíos”, “El sueño”, “Casi pájaro”, “Retrato y “En el espejo”– y tres composiciones de prosa poética –”Elegía”, “Esta oscura flor” y “Arpa de la edad”–. Todos los textos se caracterizan por su brevedad; entre los poemas, el más largo, “Retrato”, tiene apenas 22 versos, mientras que la más extensa de las composiciones en prosa, “Arpa de la edad”, ocupa apenas una página y siete líneas.
Los textos de “El fuego y sus jardines” pueden dividirse en general en cuatro grupos según los motivos que les dan origen. Así, “La ciudad”, “Los navíos” y “Casi pájaro” parten de la descripción de objetos concretos como la urbe costera, los viejos barcos y el rayo, respectivamente. “El día” y “El sueño” se ocupan de dos momentos del día: el amanecer y el ocaso. “Esta oscura flor”, “Retrato” y “En el espejo” abordan preocupaciones de la interioridad del sujeto lírico. Por último, “Elegía” y “Arpa de la edad”, dos de las composiciones en prosa, comparten el hermetismo de su significado.
Por otro lado, son distintos los rasgos que unen y relacionan los poemas mencionados. Por ejemplo, las imágenes del mar, de la costa, de diversos animales, de la luz y del fuego, son comunes a muchos de los textos. Sin embargo, cada uno presenta un aspecto particular del motivo que aborda. En efecto, “La ciudad” (19) elabora una visión dinámica de una población porteña; la urbe se presenta con rasgos humanizados de vitalidad y movilidad. En “El día” (21), se mezclan dos elementos poéticos: el amanecer junto al mar; en este breve poema se utilizan eficazmente las sinestesias. En “Los navíos” (23), los vetustos barcos en el puerto, ya casi inútiles, constituyen una imagen que mezcla la nostalgia del pasado con la presencia de lo decadente. “Elegía” (25) comparte con el texto anterior el motivo del paso del tiempo y sus efectos en lo arruinado; sin embargo, la oscuridad de las referencias de esta composición en prosa profundiza su carácter sombrío. “Esta oscura flor” (27) es el primer texto del volumen en el que el sujeto lírico hace referencia al universo interno de sus sentimientos. “El sueño” (29) describe con brevedad el anochecer y el pasaje temporal en el que el día cede suavemente a lo nocturno. En “Casi pájaro” (31), el sujeto lírico imagina la vida subterránea de un rayo, tras caer a tierra; un fenómeno instantáneo y perecedero se vuelve en el poema un proceso que continúa en secreto en las regiones subterráneas. “Retrato” (33) es un poema erótico que refuerza la convicción de que en el cuerpo se origina el centro de lo carnal y lo sensual. “En el espejo” (35) el sujeto lírico construye un universo surrealista a partir de las imágenes del fuego y del propio reflejo. Finalmente, “Arpa de la edad” (37) una composición en prosa, de manera un tanto hermética, presenta una visión de la tierra costeña al mediar el día.
Por último, cabe mencionar que el orden de los poemas de “El fuego y sus jardines” muestra cierta intención con respecto a elementos clave de una cosmogonía. Esta parte del libro se abre y cierra con dos textos que combinan dos elementos primarios del cosmos: lo sólido y lo líquido encarnados en la tierra y el mar; así, tenemos la imagen de una urbe en “La ciudad” y la descripción de la región costera en “Arpa de la edad”. Además, el tiempo interno de los textos progresa ya que parece ir del amanecer –”El día”, segundo poema– al anochecer –”El sueño”, “Retrato” y “En el espejo”, últimos poemas–.

Puerto Supe

“Puerto Supe” es el título de la segunda parte del libro, nombre tomado del primer texto. Diez poemas– “Puerto Supe”, “Una ventana”, “Los pasos”, “Carta”, “Fuente”, “La lección”, “El paseo”, “El observador”, “Mediodía” y “Divertimento”– y una composición en prosa, “Las cosas que digo son ciertas”, constituyen esta segunda parte. Si se exceptúan los poemas primero “Puerto Supe” y el último, “Divertimento”, las composiciones destacan por su brevedad y densidad al mismo tiempo.
Los poemas de esta sección de Ese puerto existe pueden agruparse también según ciertas características comunes. En efecto, el tema de la exhortación a la libertad es común a los poemas “El paseo”, “El observador” y “Divertimento”. “Las cosas que digo son ciertas”, “Una ventana” y “Mediodía” comparten una sombría atmósfera de pesimismo. La referencia a elementos personales e íntimos es el rasgo común de “Puerto supe”, “Los pasos” y “Carta”, mientras que “Fuente” y “La lección” son dos poemas que revelan la aspiración del sujeto lírico a poseer el conocimiento interior.
Una vez más, varían los motivos abordados, las atmósferas evocadas y las imágenes que se utilizan. Así, “Puerto supe” (41) evoca la costa, lugar al que el sujeto lírico se muestra ligado por su pasado y su presente. “Las cosas que digo son ciertas” (45) es uno de los poemas más surrealistas del volumen; trata de la muerte, la enfermedad del alma y la soledad. En “Una ventana” (47) se crea una oscura atmósfera de encierro mediante imágenes que evocan lo horrible. “Los pasos” (49) constituye una recapitulación personal de lo experimentado, en la que la vida se concibe como la suma de los caminos andados. En “Carta” (51), el sujeto lírico describe a un personaje femenino que le es esencial por su sencillez. En “Fuente” (53), el sujeto lírico alcanza la unidad y el conocimiento de sí mismo. “La lección” (55) se refiere también al conocimiento, esta vez de lo exterior, y a sus consecuencias positivas. En “El paseo” (57) se formula una invitación a viajar, en un tono optimista y favorable.
“El observador” (59) incluye el mismo motivo lírico, pero en este caso se exhorta a un hombre a escapar de su encierro. “Mediodía” (61) es la visión terrible de un rastro o matadero, que se contrasta con la luminosa e impasible hora media del día.
Por último, en “Divertimento” (63) se evoca la playa y el sol, y se invita a la libertad y al gozo.
Como en el caso de la primera parte del libro, “El fuego y sus jardines”, la segunda parte se abre y se cierra con poemas que hacen referencia a la tierra costeña del sur del Pacífico, “Puerto supe” y “Divertimento” respectivamente. En los poemas de la primera parte, sin embargo, hay un mayor número de imágenes concretas que remiten a lo marino y costeño; en la segunda parte, “Puerto Supe”, este tipo de imágenes disminuye para dar paso a referencias y motivos existenciales que incitan al sujeto lírico a reconocer la importancia de la libertad, el conocimiento y el erotismo. La brevedad de los poemas, el número de ellos en cada parte, el recurso a la prosa poética y la presencia constante del puerto que se mantiene en todos los textos, son características comunes de la primera y la segunda partes de Ese puerto existe.


Blanca Varela en los años que escribió "Ese puerto existe"

El capitán

Esta composición en prosa constituye la tercera parte del volumen; se divide en ocho secciones y está construida en torno de dos perspectivas que se evidencian estructuralmente. Así, en las cinco primeras secciones (69-70) el sujeto lírico se identifica con el capitán de un navío, quien reflexiona antes y después de un combate en el mar. En las tres últimas secciones (71), el sujeto lírico deja de ser el capitán, con lo cual la perspectiva cambia. Este juego de doble perspectiva permite contrastar la imagen que de sí mismo y de las hazañas de los marinos presenta el capitán, con la parte oculta de sí propio que se descubre en las últimas secciones de esta composición en prosa.
En las cinco primeras secciones abundan las imágenes marinas y bélicas.
En efecto, en las secciones uno y dos (69), el capitán se presenta en la víspera de una batalla; la descripción que hace de sí mismo incluye elementos íntimos: “Los capitanes somos castos” y “...somos insomnes” (69) y referencias al clima en el mar. En la tercera sección (69, 70) predomina el motivo de la muerte, pues se exhibe la escena del puente del barco tras la batalla y se describen los cadáveres de los marinos. En la cuarta sección (70) los marinos se presentan como guerreros triunfantes que obtienen la gloria. Sin embargo, la quinta sección (70), que consta solamente de dos oraciones, introduce la duda sobre lo referido: “Vencedores nos sorprende el alba. ¿Hemos soñado?” (70).
A partir de la sexta sección (71) el sujeto lírico deja de ser el capitán; se introduce así una nueva perspectiva que resume y cuestiona las secciones anteriores de la composición. De esta manera, la sección seis muestra a los marinos tras la batalla en términos opuestos a los de la cuarta sección; en esta última el capitán dice de sí y de sus hombres: “Nuestras espadas cruzan el firmamento como rayos, nuestros ojos viajan/ como soles, la cabellera crece violentamente y se multiplican nuestras/ sonrisas sin ley” (70).
En la sección seis, el sujeto lírico los exhibe de manera muy distinta: “Lívidos, tibios, afeminados, los guerreros contemplan atónitos el nuevo día” (71).
Las tres primeras oraciones de la sección siete (71) retoman las imágenes de las dos primeras secciones de la composición: el insomnio del capitán, su aliento comparado con un insecto y la espera de la batalla. La última oración refuerza la imagen de la debilidad del capitán y de sus hombres al comparar la fuerza de éste con la de “una niña atacada de malaria” (71) y al adjudicar a sus marinos actividades ocultamente homoeróticas, “sus huestes se acoplan en las bodegas húmedas” (71).
La sección ocho (71) –formada de una sola oración– se refiere al carácter secreto de lo revelado.
En “El capitán”, la figura del guerrero se cuestiona al mostrar el aspecto subyacente de debilidad que la conforma, aspecto que en la composición se magnifica con rasgos de afeminamiento y actos de homosexualismo.

Historias de Oriente

Este poema forma la cuarta parte de Ese puerto existe. Es probable que su título haga referencia a las resonancias bíblicas de las imágenes utilizadas. El poema consta de tres secciones divididas claramente mediante numerales romanos. La primera sección es un poema; la segunda, una composición en prosa poética, y la tercera, una mezcla de verso y prosa.
En la primera sección (75-76), las imágenes utilizadas evocan el mundo recién creado en su primera mañana. Al inicio de esta sección, una voz –referencia probable al dios creador del mito bíblico– anuncia “el nacimiento del sol”; el poema termina cuando el astro ha llegado a su cenit, lo que expresa la relación temporal de la creación.
En la segunda sección (76), las imágenes integran el relato de una conspiración. Se describe la inquietud de un grupo de hombres –”los vástagos”, luego llamados “los rebeldes”–, quienes deciden “quemar sus obras”; desisten, sin embargo, ante la presencia de “terribles presagios”. Es posible que esta sección haga referencia a la rebelión de las criaturas, los hijos de Dios, contra su creador.
La tercera sección es la más hermética (77-78). El sujeto lírico presenta la historia de un perro que amanece “envuelto en una nube azul” y se vuelve así inaccesible a Cosme, su dueño. Las imágenes insisten en el sufrimiento del animal y en la ira y el dolor del hombre, sentimientos originados por la separación. Los motivos que así se construyen son la pérdida, la persecución de lo que se ha querido y se ha perdido, y la permanencia del dolor ante el alejamiento de ambos seres. La imagen de la nube recuerda tangencialmente el caso de ciertos personajes bíblicos que son arrebatados de la tierra hacia el cielo –Ezequiel, por ejemplo–.
“Historias de Oriente” es un poema que presenta tres episodios de inspiración bíblica. La utilización de imágenes de lo maravilloso o lo fantástico une como elemento común a las tres secciones: la voz, los presagios y la nube azul, respectivamente. Se genera así un proceso de desacralización debido al tratamiento personal de dichos episodios.

Primer baile

Esta composición en prosa poética constituye uno de los textos más largos del volumen. Se divide en ocho secciones de extensión desigual; la más larga (VII) posee treinta y dos líneas, mientras que la más corta (VIII) consta de seis. Las secciones se relacionan entre sí mediante dos motivos predominantes: movimiento e inmovilidad; al efecto se utilizan las imágenes del baile y del desfile como metáforas de lo primero, en tanto que la imagen del sueño ejemplifica lo segundo.
En la primera sección (81), el sujeto lírico enfatiza su carácter animal y carnal, así como las consecuencias positivas de tales rasgos, es decir, vitalidad, sensualidad y movimiento: “Soy un simio, nada más que eso y trepo por esta gigantesca flor roja”.
En la sección II (82), el sujeto lírico se refiere a un tipo de movimiento específico: la ascensión; ésta se considera una forma de movilidad “penosa” pero transformadora.
En la sección III (82), el sujeto lírico deja de ser actor para convertirse en espectador; abandona el propio movimiento para describir el de otros seres, esto es, el de un cortejo de arañas y pulpos. Se introducen imágenes de violencia –”Una espada los persigue [a las arañas y a los pulpos] y les arranca los ojos”– que otros espectadores –”el pueblo”– aplauden.
En la sección IV (83) se repiten las imágenes del cortejo o desfile y de la violencia; ahora es el mar quien pasa y deja atrás “extrañas especies revolviéndose”, que luego los “imbéciles” atacan sólo para amanecer muertos ellos mismos. De nuevo, el sujeto lírico es espectador del movimiento y la violencia ajenos.
En la sección V (83-84), el sujeto lírico se vuelve hacia su interior y reflexiona respecto del universo del sueño. Se utiliza aquí la dualidad clásica sueño-vigilia para simbolizar y oponer los espacios de lo íntimo y lo externo. De este modo, el sujeto lírico expresa el amor que siente hacia su rico y ambivalente universo onírico.
La sección VI (84-85) abunda en breves referencias a diversos mitos de la creación del mundo. Así, se inicia con una imagen que recuerda el mito pitagórico: “Los números arden”. Se habla también de una “rueda” como metáfora del destino, imagen que recupera el símbolo tradicional del azar. La “santa palabra” que igualmente se menciona aquí se refiere sin duda al mito bíblico de la creación mediante –justamente– la palabra considerado el soplo original. Estas referencias míticas, sin embargo, se tiñen de un carácter negativo, el cual se expresa con claridad en la oración que califica la creación, por parte de Dios, del propio ser humano: “Es triste ser la invención de un loco, un ojo de otro ojo”.
Al final de la sección reaparece el motivo del baile en la imagen de un lagarto que danza.
La sección VII (85-85) recoge de modo velado el motivo adánico de la pareja original. “La niña” y “el héroe” representan aquí los dos seres humanos primigenios, pero el sujeto lírico da a la creación rasgos de mero espectáculo que se presenta frente a un “alcalde” y a un “público” arrebatado. En esta sección, las imágenes surrealistas se acumulan para crear un ambiente de drama (o incluso farsa), con lo cual se desacraliza de nuevo la referencia original al mito bíblico.
En la sección VIII (86) se retoman los motivos de lo corporal y el movimiento, mediante imágenes del cuerpo y del baile. Se efectúan una vez más veladas referencias bíblicas, en cuanto a la imagen de la luz como elemento que comienza todo. La sección y el poema entero se cierran con una imagen irónica que opone dos elementos distintos enlazados por el movimiento: “Inician el baile el elefante y la justicia./ ¿Quién vencerá?” De esta manera, en la última sección se reiteran varios de los motivos que se desarrollan a lo largo de todo el poema: la presentación de contrarios, las referencias a mitos bíblicos, el movimiento y las imágenes surrealistas.

Destiempo

La última sección del libro está formada por un conjunto inicial de nueve poemas (cada uno numerado con una cifra romana), y tres poemas independientes sin título.
El conjunto inicial de nueve poemas destaca en general por su brevedad; el más largo (V) posee veinticuatro versos, mientras que el más corto (VIII) sólo tiene cinco. No parece haber un tema único que relacione entre sí estos poemas; más bien, en ellos se encuentran motivos e imágenes recurrentes del universo poético de Blanca Varela: la noche, la soledad, la decadencia, el sueño, el amor y la muerte.
En el primer poema de la serie (89), la imagen de la noche sirve como trasfondo contra el cual se presenta el motivo de la soledad y del aislamiento. Distintos elementos de color rojo -llamas, coral y sangre- se utilizan para introducir la imagen del otoño.
El poema II (90) está construido con base en contrastes humanos –“estréchame” - “aléjate”– y del universo –“frío paisaje”- “desierto”, “cielo derribado”–. Se abordan así los sentimientos amorosos y los motivos del viaje y del olvido.
El poema III (90-91) está formado por imágenes sombrías y pesimistas. En efecto, los motivos de este poema son la destrucción –rayo, árbol talado–, la indiferencia cósmica ante la desgracia humana –“Contemplamos el cielo. No hay señales”–, el desconocimiento de la propia circunstancia –“¿Es de día? ¿Es de noche?”–, y la decrepitud –“sólo hay un viejo muro…”–.
El motivo del poema IV (91) es la huída en pos del ideal. Abundan las imágenes de la naturaleza. El sujeto lírico explica, con un tono optimista, cómo es el mundo prototípico que persigue. El poema V (91-92) destaca por la musicalidad de sus versos. El sujeto lírico describe una nube y su travesía por el cielo; esto le sirve para mostrar cómo este sencillo elemento de la naturaleza constituye un universo en sí mismo. El motivo principal del poema VI (92-93) es la insignificancia del ser humano frente a la inmensidad, simbolizada aquí por el mar, la ciudad y la eternidad. La condición frágil del hombre se subraya al compararlo con una “pálida burbuja” y “un silencio”.
El poema VII (93) es el más breve del conjunto. En él, apenas se insinúa el motivo de la vista como el sentido que permite aprehender la realidad exterior.
El poema VIII (93-94) describe en seis versos el proceso de despertar como acto que introduce al sujeto lírico en el mundo de la conciencia. Los objetos, los sentimientos, los espacios cotidianos y la mirada de los demás conforman paulatinamente la realidad de quien despierta. En el poema IX (94), los motivos del amor, los recuerdos y la promesa se entretejen mediante las imágenes de la música y del tiempo.
Tres poemas sin título cierran la última sección de “Destiempo”. En el primero de ellos (95), el motivo es el paso del tiempo. Se utiliza la imagen del atardecer para subrayar la irreparable huída de lo temporal, simbolizada en las horas que son “pálidas viajeras”. El segundo poema (97-98) tiene como motivo la noche y su “eterno retorno”. El sujeto lírico presenta la noche como un ente humanizado que aguarda el amanecer con esperanza. La sucesión interminable de días y noches se concibe como una forma de permanencia, “una hoguera posible contra la muerte”. El tercer poema (99) es probablemente el más críptico de esta sección. De nuevo, se utilizan en gran medida imágenes de la naturaleza. La estructura del poema muestra un equilibrio premeditado, en el que las estrofas primera y última están construidas como una imagen en espejo.
Un motivo frecuente en los poemas de Puerto Supe es el simbolismo de la región costera. En varias partes del libro, diversos poemas desarrollan dicho motivo directamente o de modo tangencial. Así, en la sección “El fuego y sus jardines”, los poemas “La ciudad” y “Arpa de la edad” abordan el motivo mencionado; en “Puerto supe”, ocurre lo mismo con el poema que da título a esta parte, así como con “Mediodía” y “Divertimento”; y en “Destiempo”, el poema VI se refiere al motivo que nos ocupa. Sin embargo, aunque el motivo es el mismo, la autora lo utiliza con fines distintos en cada caso. Esto resulta evidente al comparar tres poemas: “La ciudad”, “Puerto supe” y el poema VI de “Divertimento”.
“La ciudad” (19) elabora una visión dinámica de una población porteña; la urbe se presenta con rasgos humanizados de vitalidad y movilidad. Por su parte, “Puerto supe” (41) evoca varios elementos de la región costera como marco inseparable del pasado y del presente del sujeto lírico. En el poema VI de “Destiempo” (92), la región de la costa se convierte en un símbolo de la inmensidad que el ser humano enfrenta desde su pequeñez. Tenemos así tres enfoques distintos de un mismo motivo. Esto también se evidencia si se consideran los espacios poéticos de cada composición. En “La ciudad”, la atención se centra en el espacio urbano; en “Puerto supe”, en los espacios íntimos de la memoria y de los sentimientos; en el poema VI, en el espacio abstracto de la condición del ser humano. Es posible decir, entonces, que en el primer caso el sujeto lírico describe una ciudad real y dinámica; en el segundo, evoca una ciudad de la memoria; en el tercero, adjudica valor simbólico a una “ciudad sin límites” (93).
Se halla también una diferencia en cuanto al tiempo interno de los poemas. En efecto, la imagen de la urbe vital y llena de movimiento de “La ciudad” ha quedado captada en un instante de continuo presente. El tono de evocación de “Puerto supe” hace referencia al pasado. El motivo abstracto de la inmensidad y de lo infinito en el poema VI, crea una atmósfera atemporal.
Las imágenes que se utilizan en los tres poemas muestran rasgos comunes, aunque su uso se adecua, en cada caso, al enfoque particular del motivo. Por ejemplo, las imágenes de elementos de la naturaleza abundan en las tres composiciones poéticas; sin embargo, en cada una cumplen un papel distinto. Así, en “La ciudad” dichas imágenes sirven para caracterizar a la urbe como parte de su entorno; ésta se compara con un árbol, una isla, un bosque, el cielo. En “Puerto supe”, las imágenes de la naturaleza se acumulan para describir el paisaje de la costa, el cual constituye a la vez el panorama interno de los sentimientos y recuerdos del sujeto lírico. En el poema VI de “Destiempo”, las imágenes de la naturaleza se reducen al mar, el sol y la luz, y su valor es sobre todo simbólico, pues pretenden expresar lo inmenso y lo infinito.
El mar es una de las imágenes de la naturaleza que se repiten con insistencia en todo el libro. En los poemas que analizamos, esta imagen sirve de nuevo como ejemplo del uso variado que la autora hace de un mismo elemento poético para distintos fines. Así, en “La ciudad” el mar es una presencia implícita que apenas puede adivinarse o deducirse a partir de otras imágenes –“peces sobre espejos de oro”, “isla abandonada” (19)–.
En “Puerto supe”, por el contrario, el mar es un personaje central del universo del poema, a quien se dirige directamente el sujeto lírico:

¡Oh, mar de todos los días,
mar montaña,
boca lluviosa de la costa fría! (41)

En el poema VI, el mar encarna el símbolo de lo infinito, junto al cual el ser humano es casi nada:

El mar pliega las alas al atardecer,
tú no eres sino una pálida burbuja
navegando al golpe del aliento... (92)

Por último, cabe mencionar que la imagen doble mar-ciudad o mar-costa es una constante en la obra de Blanca Varela.
Ese puerto existe de Blanca Varela es sin duda uno de los libros de poesía más significativos de la autora. Uno de los elementos más destacados de este volumen es la variada riqueza de sus motivos poéticos, entre los cuales destacan –por su aparición constante en todo el libro– la naturaleza y las referencias a mitos bíblicos.
Las imágenes de la naturaleza constituyen una presencia constante en Ese puerto existe. La oposición puerto-mar, oposición entre lo terrestre y lo acuático, es quizá el motivo que genera un mayor número de imágenes relacionadas con lo natural. Sin embargo, no sólo lo marino sirve a la autora para referirse a la naturaleza; los jardines, la selva tropical, los animales, los insectos e incluso los distintos momentos del día –el amanecer, el atardecer, la noche– le permiten incluir a la naturaleza como parte fundamental y activa de su universo poético. No obstante, cabe aclarar que en la poesía de Blanca Varela, la naturaleza no es ni presencia decorativa o paisajística, ni mero espejo de los sentimientos del sujeto lírico. La naturaleza en Ese puerto existe y en otros libros de Blanca Varela, es una fuerza oscura, multiforme y siempre activa en la que los seres –animales y plantas– hallan lugar y sentido; el ser humano, sin embargo, se presenta a menudo como un mero observador, un ser ajeno a esa comunidad de lo natural.
En distintos poemas de Ese puerto existe se utilizan referencias a mitos y personajes bíblicos. Dichas referencias se usan como parte de una estrategia de desacralización y cuestionamiento de los símbolos religiosos de la tradición judeocristiana. El ejemplo más claro de esta estrategia se halla en las composiciones de “Historias de Oriente”, donde mitos como la creación y la rebelión de los seres contra su creador, se presentan desde un punto de vista muy personal. Se altera así la versión original del mito, y éste se reinterpreta mediante un punto de vista distinto como medio para desacralizar y cuestionar la validez de lo mítico. La desacralización se subraya de modo inequívoco con el uso de imágenes que pertenecen a un registro muy distinto y alejado al de la imaginería tradicional judeocristiana; por ejemplo, ya no es un profeta quien vuela envuelto en una nube, sino un perro que orina (77-78). De esta manera, la deconstrucción de la mitología judeocristiana adquiere, en la obra de Blanca Varela, un carácter de subversión y franco cuestionamiento.
El tiempo ha demostrado la originalidad de la voz poética de Blanca Varela. Ese puerto existe es un volumen en donde dicha voz aparece con un timbre propio, y en donde el lector puede reconocerse los motivos líricos y las obsesiones existenciales de la autora. La importancia de este libro en el contexto de la poesía peruana del siglo XX es, por lo tanto, innegable.


Blanca Varela con sus hijos Vicente de Szyszlo (derecha) y Lorenzo de Szyszlo (izquierda)

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LADY ROJAS BENAVENTE: Poeta, crítica literaria, directora de la asociación Crítica canadiense literaria sobre las escritoras hispanoamericanas –CCLEH-, oradora de la comunidad latina para el organismo nacional Pasajes hacia Canadá y coordinadora de los cursos del grupo Laval au féminin. Es profesora titulada en la Universidad Concordia donde enseña teoría literaria, feminismo, literatura y cultura hispanoamericana. Ha escrito tres tesis para graduarse como profesora secundaria en Filosofía y Literatura: Conocimiento integral de la obra literaria (1968); en estudios de Maestría: Estructura, Ideología y Exilio en Andamos huyendo Lola (1985); y para el Doctorado: La magia en la cuentística de Elena Garro (1989). Rojas ha publicado cuatro libros: su poemario: Étoile d’eau. Estrella de agua (2006), y tres obras de crítica literaria: Alumbramiento verbal en los 90. Escritoras peruanas: signos y pláticas (1999); y con Catherine Vallejo: Celebración de la creación literaria de escritoras hispanas en las Américas (2000), y Poéticas de escritoras hispano-americanas al alba del próximo milenio (1998). Participa en la comunidad canadiense para organizar el Día Internacional de la Poesía con los estudiantes y en la TV, comparte su obra poética en las Universidades: UNAM en Gatineau, Concordia, Saskatoon en Saskachewan y en asociaciones femeninas, culturales y literarias: Centre de Femmes de Laval, Red Cultural Hispánica de Ottawa y Gatineau, Registro Creativo de la Asociación Canadiense de Hispanistas. En el exterior de Canadá fue invitada por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Comisión de Escritoras del PEN Club del Perú, Inter-Arte y el Consejo Nacional de Mujeres del Perú entre otros organismos culturales.